¡Hola! Soy Mariano, cofundador de Sumatra Explorer Co.

Cuando surgió la idea de escribir 48 "crónicas viajera" inicialmente me emocionó, ya que representaba la oportunidad de revivir la historia de Sumatra. 

Sin embargo, a medida que comencé a redactar, el proyecto tomó otra dimensión. Me di cuenta de que las crónicas no solo estaban destinadas a conceptualizar etapas y momentos, sino también a desencadenar la chispa creativa en aquellos que buscan explorar nuevos horizontes en sus propios proyectos. No hay nada más inspirador que una historia basada en hechos reales.

En esta publicación, hemos reunido todas estas crónicas para ofrecer una visión completa de nuestra travesía. Cada relato está impregnado con la esencia de quienes somos y lo que representamos: la búsqueda y los caminos que recorremos para alcanzar nuestros sueños.

Al sumergirte en las historias que siguen, no solo encontrarás narrativas vívidas, sino también la oportunidad de sentir la pulsión de la creatividad, de experimentar el impulso de ir más allá de lo conocido.

Estas crónicas no son solo relatos sobre diseño, fotografía, viajes y experiencias; son testimonios de la capacidad humana para transformar la realidad a través de la imaginación y la acción. Son una invitación a adentrarse en lo desconocido, a abrazar la incertidumbre y a desarrollar el espíritu aventurero que habita en nuestro interior.

 

#1 EL LLAMADO DE LA SELVA

Tengo 48 años, estudié Diseño Industrial en la Universidad Nacional de Mar del Plata y Fotografía.

Mi motivación comenzó en la casa de la abuela Rita en Rauch, donde encontré una biblioteca repleta de libros de aventuras de mi papá y sus seis hermanos. Libros como “El llamado de la selva" y las revistas National Geographic me despertaron tempranamente el espíritu explorador que todos llevamos dentro.

Desde chico soñaba con recorrer las montañas más altas, atravesar el Sahára, descubrir ciudades perdidas, nadar en los mares del mundo.

Esos sueños fueron el motor que impulsaron mi pasión por el diseño y la fotografía, siempre buscando compartir la magia de la exploración.

 

#2 EN UN BANCO DE PLAZA

Mi interés en el diseño comenzó en la secundaria en la Escuela Técnica Islas Malvinas en Rauch.  (1989 a 1994)

Durante los seis años que pase en la técnica, aprendí a diseñar productos en el tablero de dibujo y luego a producirlos en el taller de fundición o en la carpintería.

En el último año estuve a cargo de diseñar los posters para las fiestas que organizábamos para juntar la plata para pagar el viaje de egresados a Bariloche.

Fue durante ese viaje que encontré una cámara de fotos en un banco de la plaza cívica de Bariloche.

A partir de ese momento empecé a hacer fotografías, quería compartir con mi familia y amigos los paisajes que descubría.

Sin darme cuenta, había iniciado una conexión con la cámara fotográfica que aún me acompaña a donde quiera que vaya.

 

#3 MAR DEL PLATA

En 1995, a los 18 años, me instale en Mar del Plata para estudiar Diseño Industrial en la UNMDP.

Yo amaba Mar del Plata, el mar, los acantilados, la ciudad entera.

El ambiente de la facultad me encanto, las charlas sobre diseño, lenguaje visual, las primeras aproximaciones al minimalismo, los fines de semana sin dormir armando las entregas de Diseño.

La bicicleta para ir y venir a la facultad, incluso cuando llovía para no pagar el boleto de colectivo y también cómo un símbolo de libertad y determinación de lo que quería para mí vida; decidir que caminos tomar, pasar los semáforos en rojo, en contramano, todo eso que te permite hacer la bici.

Otro recuerdo mágico de esos años fue mi primer PC con Windows 95. Esa computadora se convirtió en la puerta de entrada a un mundo digital lleno de posibilidades.

El primer trabajo en Mar del Plata fue para una editorial, tenía que compaginar libros para niños en un programa que se llamaba 'publisher". Ese fue uno de mis mejores trabajos, solo superado por mi primer trabajo: "abridor de tranqueras'. A los 14 años en Rauch, con el tio "Yayo" Larralde que era veterinario y necesitaba alguien que abriera y cerrará las tranqueras cuando entraba y salía de los campos. Parece un trabajo simple pero no lo era tanto, cada tranquera tenía sus mañas y eran todas diferentes.

Volviendo al trabajo de editor, lo mejor que tenía era que podía trabajar desde casa en la computadora, me despertaba a las 5 de la mañana y trabajaba hasta las 8, después me quedaba todo el día libre para ir a la facultad y dedicarme a estudiar, a los trabajos prácticos y a soñar con salir a explorar el mundo.

 

#4  8 8 98

Cuando cursaba el tercer año de Diseño Industrial en la Universidad Nacional de Mar del Plata, decidí emprender un proyecto junto a dos amigos, Jimena y Federico, queríamos crear una marca de ropa que reflejara nuestra pasión por el mar y la exploración.

Quienes han enfrentado la tarea de elegir un nombre para un emprendimiento, al que se le va a poner mucho tiempo y amor, comprenden lo desafiante que puede ser.

La búsqueda del nombre se convirtió en un viaje por sí mismo.

Probamos nombres de exploradores famosos, personajes de libros de aventuras, de canciones. Habían transcurrido algunas semanas y aún no teníamos uno.

Un día intentamos una estrategia diferente, extendimos un viejo mapamundi sobre la mesa y comenzamos a seleccionar lugares que sonaban bien y además nos traían a la mente imágenes de aventura, naturaleza, magia y misterio. Anotamos unos pocos que cumplían con la consigna y los pusimos a votación entre amigos. Así, el 8 de agosto de 1998 nacía Sumatra.

Tenía 22 años y muchas expectativas, creía que Sumatra no solo me brindaría la oportunidad de trabajar en algo propio y expresivo, sino también la posibilidad de concretar los sueños de la infancia de salir a descubrir el mundo.

 

#5 EL ANCLA

Cuando comenzamos Sumatra, teníamos el sueño de hacer algo especial, una marca que conectara con la gente de manera única.

Desde el inicio, guiados por los principios de diseño minimalistas, nos propusimos desarrollar productos esenciales, simples y atemporales que, al mismo tiempo, narraran historias de viajes y viajeros.

La durabilidad se convirtió en el ancla de nuestra filosofía, resistiendo a las modas efímeras y a las tendencias pasajeras, para crear prendas que resistieran el paso del tiempo.

Cada uno de los productos llevaba consigo la simbología viajera, contando relatos a través de su nombre, el corte, los materiales, las costuras, el color, las estampas y en los detalles.

Buscábamos capturar la esencia explorer y fusionarla con la vida contemporánea para ofrecer un equilibrio entre funcionalidad y simbolismo, invitando a mantener vivo el espíritu de la aventura y la exploración en el uso cotidiano.

Fue un momento especialmente significativo en mi vida. Podía aplicar lo que aprendía en la facultad de diseño a el proyecto, unir la teoría con la práctica de una manera que realmente me emocionaba.

Con Sumatra quería llegar a todos los rincones de la Argentina y claro, cruzar fronteras; mi visión era no solo construir una marca de ropa, sino también transmitir un mensaje de libertad y sostenibilidad que resonara en los corazones de todos aquellos que buscamos construir un mundo mejor.

 

#6 EN EL CAMINO

Desde el inicio, nuestra meta era trascender más allá de la moda; queríamos ser portadores de ideas que resonaran con fuerza en el público.

Buscábamos narrar historias de libertad y conexión con la naturaleza, y qué mejor manera de hacerlo que a través de las estampas de nuestras remeras

Nos propusimos crear ilustraciones que capturaran la atención de la gente de manera hipnótica y los llevaran a un mundo de aventuras y exploración.

Algunas de las ilustraciones las creábamos nosotros mismos, mientras que otras las encargábamos a ilustradores y diseñadores gráficos que nos encantaba el trabajo que estaban haciendo.

Entre ellos se encontraban nombres como Debi García Marchesani, Gustavo Martín, Hernán Marsili, Juan Ioco, Julián el Mono, Lila Otamendi, Lucas Lamarche, Machi Fulquet, Martín Rizzo, Martín Varbaro, Mercedes Calo Stapich, Nacho Villamil, Panco Sassano y Peter Petrelli, entre muchos otros.

A partir de las remeras la marca comenzó a expandirse, primero entre amigos, después entre amigos de amigos. Hasta que un día, Shark Island, una tienda multimarca ubicada en la calle Rawson entre Güemes y Olavarría en Mar del Plata, nos hizo un pedido.

Ese momento marcó un hito significativo en nuestra corta historia, ya que nos hizo creer en la posibilidad de llegar a otras tiendas interesadas en lo que estábamos construyendo.

Cuando sos emprendedor y estás dejándolo todo por tu proyecto, te aferras con fuerza a las señales que indican que estás en el camino.

 

#7 LA PRIMER TORMENTA

Durante los primeros tres años, gradualmente, ampliamos nuestras colecciones con nuevos productos: prendas y accesorios esenciales que fusionaban el minimalismo con el simbolismo viajero, diseñados para integrarse en la vida cotidiana. 

Quienes elegían Sumatra, no solo les interesaba la calidad de la ropa, sino también valoraban la historia que acompañaba a cada prenda. Buscaban productos atemporales que expresaran su pasión por la exploración y la conexión con la naturaleza. 

A medida que nuestra capacidad productiva aumentaba, incorporamos nuevas tiendas mayoristas, principalmente de la costa atlántica. Estas tiendas buscaban ofrecer algo distinto a las marcas tradicionales de surf de Mar del Plata y Buenos Aires, encontrando en Sumatra una oportunidad para mostrar a sus clientes algo más fresco. 

Nuestros productos no solo eran prendas y accesorios de alta calidad, sino que también transmitían una historia, llevaban con ellos el espíritu de la exploración y la conexión con la naturaleza. 

Esta combinación fortaleció nuestra posición más que como una marca de ropa, un estilo de vida. Sin embargo, el camino no estuvo exento de desafíos. 

A finales del 2001, enfrentamos la primer tormenta en nuestra historia. El país enfrentaba una profunda crisis económica y social, esto causó la renuncia de múltiples presidentes en poco tiempo. Esta etapa desafiante puso a prueba nuestra resiliencia y determinación.

 

#8 PAISAJES PATAGONICOS

Habíamos alcanzado tres años haciendo Sumatra cuando nos enfrentamos a la primera gran tormenta: la crisis de diciembre de 2001 golpeó fuertemente a Mar del Plata, estancando la actividad económica. Ante esto, decidimos buscar nuevos horizontes para la marca; después de analizar diferentes opciones nos dirigimos al sur.

En la Patagonia, encontramos buena aceptación en tiendas de montaña y aventura. Desde Villa Pehuenia, San Martín de los Andes, Villa La Angostura, Bariloche, El Bolsón, Esquel, Calafate, El Chaltén, Río Gallegos hasta Puerto Madryn, entre otras ciudades turísticas.

Esta nueva etapa marcó un hito en nuestra trayectoria, explorando nuevos territorios y conectando con tiendas que valoraban nuestra propuesta.

En medio de esta travesía, siempre encontraba tiempo para salir a fotografiar los paisajes patagónicos. Caminaba todo lo que podía buscando capturar la magia de la Patagonia. En ese momento, la fotografía de naturaleza se convirtió en uno de los pilares de la comunicación de Sumatra. 

Creía en el poder de la fotografía para conectar con las personas, con nuestra marca buscábamos mostrar no solo productos, sino también una narrativa que promoviera la apreciación y conservación del mundo natural.

 

#9 DOS ANCLAS

Después de la crisis del 2001, me encontraba más enfocado en encontrar clientes mayoristas para Sumatra en la Patagonia que en la producción de las prendas y los accesorios.

Sumatra necesitaba a alguien dedicado al 100% a la producción, y ese alguien era Valentín, mi hermano del medio. Vale siempre había demostrado un gran compromiso con todas las tareas que emprendía y tenía una actitud resolutiva ante las situaciones que surgían. Para mí, era la mejor opción tenerlo a mi lado encargándose de pedir las materias primas, coordinar los cortadores, estamperías, talleres, lavaderos y supervisar todo el proceso productivo.

De chicos, siempre íbamos a todos lados juntos, en bicicleta o caminando, jugábamos en el mismo equipo de fútbol: él de 4 y yo de 7, es decir, en el mismo lateral derecho de la cancha; él me pasaba la pelota para que yo la tire afuera.

A los pocos años de que me instale en Mar del Plata para estudiar Diseño, Vale también se mudo a la ciudad.

De esta manera, Valentín se convirtió en el primer empleado de Sumatra, y con el tiempo, también se convirtió en dueño. Pero esa es otra historia.

Sumatra también fue el primer empleo de Soledad D'Andrea, estudiante de Diseño Industrial, que llegó a la marca recomendada por Cris Mussio, profesora de Tecnología en la Facultad.

Sole se encargaba del diseño, la moldería y las fichas técnicas de las prendas. Ayudaba a Vale en la producción, y parece que les gustaba pasar mucho tiempo juntos porque siguen unidos desde ese momento.

Con el tiempo, Sole fue asumiendo desafíos para otras marcas, sin embargo, hace más de 20 años que se encarga de la moldería y las fichas técnicas de todos los productos de Sumatra que salen a recorrer el mundo.

 

#10 LA FOTOGRAFÍA

Hacia el 2004, ya sabía que fotografiar era algo que quería hacer toda la vida; esperaba aprender mucho más sobre el arte fotográfico, así que me inscribí en un curso en el Taller de Fotografía de Julián Rodríguez.

En el taller de Julián, conocí a algunos de los grandes fotógrafos que influenciaron mi manera de ver y entender la fotografía en esa etapa. Algunos de ellos fueron Ansel Adams, Cartier Bresson, Claudia Andujar, Martín Chambi, Sebastiao Salgado, Sergio Larrain y Stephen Shore, entre otros.

La cámara me ofreció la confianza necesaria para salir a explorar el mundo, sumergirme en diferentes culturas y paisajes.

La fotografía de naturaleza me entregó un sentido de misión en la vida: capturar su mágica belleza y usar esas imágenes para inspirar a protegerla y conservarla para el disfrute y supervivencia de las futuras generaciones.

Es un privilegio y una responsabilidad que asumo con pasión y dedicación.

Junto con el diseño, la fotografía se convirtió en un estilo de vida que me permite compartir historias y mi visión del mundo.

 

#11 MISIÓN Y VISIÓN

Según ibamos avanzando en nuestro viaje, sentimos la necesidad de escribir la misión y visión.

Al principio, no entendíamos completamente por qué estábamos llevando a cabo este ejercicio, solo sabíamos que las marcas que admirábamos lo tenían claramente establecido en sus páginas webs. Sin embargo, a medida que profundizábamos en este proceso, comenzamos a comprender que nuestra misión y visión no eran simplemente palabras vacías, sino la esencia misma de lo que queríamos lograr como marca. Nos permitieron definir nuestros valores fundamentales, propósito y nuestra dirección futura. Nos inspiraron a trabajar hacia un objetivo común.

 

MISIÓN

Nuestra misión es proporcionar la mejor ropa y equipamiento que equilibren funcionalidad y simbolismo para acompañarte en tus aventuras tanto en la ciudad como en la naturaleza. 

 

VISIÓN

Sumatra busca ser la marca preferida por personas de espíritu libre. Expandir nuestro alcance y mantenernos fieles a la filosofía "slow fashion", diseñando y produciendo localmente productos de calidad. 

 

VALORES 

1. Sostenibilidad: Compromiso con la producción local y de baja escala, siguiendo la filosofía "slow fashion" para reducir el impacto ambiental. 

2. Minimalismo: Priorización de la calidad y la resistencia en el diseño y fabricación de productos, asegurando que puedan soportar condiciones difíciles y durar a lo largo del tiempo. 

3. Exploración: Creemos en la exploración cómo una filosofía de vida que nos inspira a descubrir nuevos horizontes, a desafiar límites y a crecer como personas. 

4. Comodidad: Enfoque en la comodidad y la practicidad en el diseño de prendas y accesorios, permitiendo a los usuarios moverse con libertad y disfrutar de sus actividades al máximo. 

 

Estos valores reflejan la orientación y los principios fundamentales que guían nuestras acciones y decisiones como marca.

 

#12 LA MÁGICA CONEXIÓN CON LA NATURALEZA

La llegada de Sumatra a la Patagonia marcó un punto de inflexión en la evolución de nuestras colecciones, desencadenando una adaptación rápida al frío y a los vientos característicos de la región patagónica. 

Para inspirarnos, imprimimos una frase y la pegamos en una pared: "ropa para ir desde el Fitz Roy al bar." En el proceso mantuvimos el estilo minimalista y atemporal característico de Sumatra, evitando las tendencias pasajeras. 

Nos enfocamos en usar materiales bien abrigados, creamos nuevos canguros y anoraks con capuchas ergonómicas para mantener la cabeza protegida. Con el objetivo de asegurar la durabilidad y resistencia de las prendas, empezamos a usar telas de ripstop anti desgarro y reforzamos las costuras con hilos de alta densidad. 

Esta atención meticulosa a los detalles garantizaba no solo la calidez necesaria en climas extremos, sino también la confianza en la calidad a lo largo de la vida útil de cada producto. 

Al mismo tiempo, las ilustraciones de las remeras comenzaron a reflejar nuestras experiencias en las montañas y en los lagos del sur, capturando y compartiendo la mágica conexión con la naturaleza.

 

#13 PÉLICULAS PARTE 1

Hoy te quiero compartir tres péliculas que exploran la fotografía de diversas maneras y que fueron importantes en diferentes estapas de mi vida. La primera es una película de 1995 que influyó en mi manera de ver y pensar la fotografía: "Los puentes de Madison".
La película trata sobre un fotógrafo de la revista National Geographic llamado Robert Kincaid, quien llega a Iowa, un pueblo de EE. UU., para fotografiar los famosos puentes cubiertos del condado de Madison.
El film, además de la fotografía, explora temas como el amor, el compromiso y las relaciones humanas. Yo había crecido viendo las revistas #nationalgeographic.
Esa película me hizo soñar con convertirme en uno de los fotógrafos NG, un sueño que, casi 30 años más tarde, todavía sigue latente.
La siguiente es "Ciudad de Dios" una película brasileña que retrata la vida en la favela del mismo nombre en Río de Janeiro desde los años 60 hasta los 80 y 90.
Buscapé, uno de los personajes principales, aspira a ser fotógrafo para escapar de la criminalidad. Utiliza su cámara para documentar la vida en la favela, mostrando tanto la desesperación como la esperanza.
La película resalta cómo la fotografía sirve como escape y resistencia en un entorno hostil, permitiendo encontrar belleza y significado en la desolación.
Y por último una pelí un poco más pochoclera pero con una verdad subyacente muy interesante, "The Secret Life of Walter Mitty" del 2013, que utiliza la fotografía como un medio para inspirar la aventura, la autoexploración y la transformación.
La historia sigue a Walter Mitty en un viaje épico para encontrar un negativo perdido, llevándolo a vivir experiencias extraordinarias.
El film celebra la idea de que la vida está llena de posibilidades y que cada uno tiene el poder de transformar su propia existencia a través de la acción.
 
Si ya las viste, siempre es un buen momento para volver a verlas, si todavía no lo hiciste; espero que te inspiren y motiven.

 

#14 JAYA

En los años 2000, creamos una marca exclusiva para mujeres que se llamó "Jaya".

Nuestro enfoque se centraba en mujeres que no seguían las tendencias de moda, sino que valoraban la durabilidad y la atemporalidad de las prendas por encima de las modas pasajeras.

Jaya ofrecía cápsulas que equilibraban lo funcional con lo simbólico, acompañando a las mujeres en su día a día, permitiéndoles llevar consigo un sentido de aventura y exploración en la vida cotidiana.

Prendas minimalistas y versátiles, servían tanto para aventuras en la ciudad como en la naturaleza, diseñadas para adaptarse fácilmente a entornos cambiantes.

Sin embargo, hacia finales de la década del 2000, nos enfrentamos a la necesidad de tomar una decisión estratégica crucial para el futuro de la marca.

Después de haber lanzado varias colecciones, comprendimos que para fortalecer aún más la conexión con nuestra comunidad de mujeres, era necesario consolidar nuestros esfuerzos bajo un solo nombre. Fue así como decidimos fusionar Jaya con Sumatra, unificando la visión y compromiso con la idea de vestir y vivir de manera auténtica y significativa.

Este movimiento no solo representó un nuevo capítulo en la historia de nuestra marca, sino que también marcó el comienzo de una nueva etapa de crecimiento.

 

Continúa el sábado próximo.